«Crosby», (50 años)
Tras unas violentas huelgas universitarias en 1978, una junta militar toma el poder en Mali ordenando la persecución de los principales líderes estudiantiles. Él entonces estudiaba Derecho y se ve obligado a huir del país a través de Níger. Nunca más volverá a Bamako.
Al llegar a Lleida, este malinés fue el Presidente de la Comunidad Africana y mediador cultural ya que en Lleida, capital agrícola de Cataluña, se calcula que el 20% de su población es emigrante. Del trato con infinidad de comunidades, Crosby ha aprendido cinco de las ocho lenguas que habla.
Después de siete años sin trabajo, hace unos meses que ha encontrado trabajo cosa que le ha permitido ahorrar el dinero suficiente para ir a Bamako. “Hay que moverse”, acostumbra a decir para provocar cambios.