El Mediterráneo ya es la mayor fosa común para emigrantes del mundo. Sólo en 2017, en sus aguas se ahogaron unas 3000 personas que huían del hambre, la pobreza o la guerra. ¿Qué sucede con los cuerpos que el mar devuelve de sus profundidades? ¿Dónde y cómo están enterrados? ¿Cómo se trabaja para identificarlos y permitir que sus familias sepan que han muerto y puedan descansar en paz?
Harto de documentar los naufragios de emigrantes en el Mediterráneo, Max Hirzel, empezó a investigar cómo se trabaja para reconstruir la identidad de los fallecidos en el Mare Nostrum. Y para conseguirlo, tuvo que ir desde Sicilia a Senegal, un viaje en dirección contraria al que protagonizan muchos emigrantes para traernos este estremecedor trabajo seleccionado en VISA POUR L’IMAGE.
Fotos y texto: Max Hirzel / Mediterráneo