Pese a que la venta de vinos ecológicos esté aumentando de forma significativa en España, como lo está haciendo en el mundo entero, dedicarse al cultivo del llamado vino natural no responde a unos criterios mercantiles sino ante todo a una decisión ética y de planteamiento vital.
En España, donde la viticultura ecológica se ha desarrollado en paralelo a la agricultura ecológica en general, las cosas han cambiado a lo largo de los últimos años. Si bien existían productores ecológicos hace ya 30 años, se trataba de una producción muy marginal y desperdigada que apenas tenía un auténtico impacto.
Las nuevas tecnologías de la comunicación pero sobre todo la necesidad de defender un modo de producción más auténtico y de proximidad han provocado, por una parte, que muchos de estos productores se conozcan, colaboren y se unan y, por otra, que personas con preocupaciones éticas cercanas a la ecología y contrarias al modo de producción globalizado se hayan lanzado a la aventura de la producción de vino natural… (sigue).
Fotos: Clara Isamat · Texto: Raúl Martínez