El “herri kirolak” (‘deporte rural vasco’) son las antípodas de los «deportes de masas». El origen de sus quince modalidades se remonta al trabajo del campesino en el caserío. Para las fiestas de verano, todos los pueblos de Euskadi organizan duelos entre individuos o cuadrillas. Se aceptan apuestas.
Levantamiento de piedra, tiro de bueyes, segalaris, traineras, pelota mano, corte de troncos… no importa cuál, todos son una combinación de “fuerza y desafío” cuyas normas se trasmiten oralmente de generación en generación. Algunos de ellos, como el tiro de cuerda, se practican en Asia, África y América, lo que demuestra su carácter ancestral. Signo inequívoco de su importancia antropológica.
Fotos: Lucía Herrero
Texto: Deportes Vascos (enlace web)